Perro semihundido:
Fresco sobre lienzo 1821-23.**
"el sueño de la razón produce monstruos"
No es el más conocido de Goya, ni siquiera es el mejor, pero es un cuadro atípico y extraordinariamiente inquietante. **Fue pintado como fresco en la Quinta del sordo y posteriormente, al ser trasladado al Museo del Prado, se fijó sobre tela.
No se sabe qué tenía Goya en su cabeza cuando pintó este fresco en su "Quinta del sordo", pero algo terrible ocurría en su mundo, en su universo personal, tal vez en su soledad. Lo que es cierto es que, tras contraer aquella grave enfermedad a finales de 1700 y que le dejara sordo, la obra de Goya se llenó de oscuridad e introspección.
Este cuadro es una muestra de esa etapa de Goya. Es un cuadro que compositivamente llama la atención por su atrevimiento en la forma de tratar el vacío. Tres cuartas partes del cuadro es "vacío", en el sentido de no haber ningún elemente figurativo, porque claro está que ese "vacío" está lleno de cosas. Es un vacío lleno de materia y que tan solo se diferencia del "suelo" por un cambio de tonalidad, ya que el tratamiento de la textura es igual en todo el cuadro.
Otra cosa que llama la atención de este cuadro es la línea del horizonte oblicua y muy baja, lo que hace que todo el cuadro repose sobre la pequeña cabeza del perro. La propia "masa del aire" está enterrando literalmente al perro, bajo la masa oscura.
Por último, sitúa el objeto de la acción, es decir, lo que atrapa la mirada del perro, fuera de la escena y nos deja sin saber qué hace que ese perro agache las orejas, sin importarle que se le caiga el mundo encima.
Dicen: Goya es un pintor del Neoclasicismo, del siglo XIX. Aunque no lo parezca era de la generación de David o Canova.
Nació en Fuendetodos, cerca de Zaragoza, en una familia de la pequeña nobleza. Su padre era dorador de retablos. Inició su formación en Zaragoza en el taller de José Luzán. Viajó a Roma y aprendió de los grandes maestros. Solicitó varias becas de estudio, que no consiguió. Sus referencias fueron Velázquez y el Barroco en general, que le influyeron mucho en sus primeras etapas. Fue maestro en el fresco y las técnicas de grabado, que fue desarrollando a lo largo de toda su vida, en series como La Tauromaquia o Los Caprichos. Por otra parte, la obra al fresco más importante fue el encargo de pintar San Antonio de la Florida en Madrid, en 1798.
Su inconformismo le llevó a ser un gran experimentador y a salirse rápidamente de las directrices rígidas del Neoclasicismo, de moda en su época.
Digo: No es fácil asignar un estilo a Goya, ni siquiera una época.
Goya fue un artista introspectivo, que buscaba su inspiración dentro de sí mismo. Frente al idealismo operante en los pintores neoclásicos franceses, Goya nos muestra un realismo patente en sus personajes de la calle y en la forma de retratar a la nobleza. Todo lo que pinta lo carga de humanidad y a veces de crudeza. Su mundo creativo no provenía de huir de sí mismo o de fantasías románticas, sino de todo lo contrario, de bucear más y más dentro de sí mismo.
Como casi todos los grandes, supo mirar atrás para avanzar hacia delante.
Goya fue una alternativa a una forma de entender el arte nacida de la Revolución francesa. Mientras David retrataba a la nobleza como si fueran seres cargados de una existencia especial, Goya "levantaba" las faldas a la nobleza española, convirtiéndoles, sin ellos saberlo, en bufones de su imaginación creadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario